CASI UNA NOVELA

Sobre el autor

Megan Maxwell es la autora de esta novela, nacida en el año 1965, de padre americano y madre española, nacida en Alemania aunque se mudó a España con muy poca edad.

Al principio solo escribía para la gente de su entorno pero estos la animaron a publicar sus novelas. Tras años de negativas en el 2009 por fin una editorial propuso publicar su novela. Una de sus novelas, cuenta dos historias y una de ellas es la de sus padres aunque con algunas modificaciones. Antes de dedicarse al cien por cien a la escritura había sido secretaria pero su hijo enfermó y al pasar más tiempo en casa empezó a escribir más.

Tiene más de cincuenta novelas publicadas, siete relatos y ha ganado más de diez premios.

Resumen del libro

Rebeca adopta a un perrito hambriento llamado Pizza con la ayuda de Ángela, su asistente del hogar. Cuatro años después, en una compra navideña, Rebeca tiene un encuentro desafortunado por una chaqueta con un hombre, Paul, que más tarde conoce mejor cuando éste y su hija se cruzan con ella y su hermano Kevin. Durante Nochevieja, Rebeca se encuentra nuevamente con Paul en una cena y siente celos al verlo con otra mujer. Su noche termina abruptamente con un intercambio incómodo después de que Kevin le advierte a Paul que cuide los sentimientos de su hermana. Con las festividades terminadas, Kevin regresa a su hogar y Rebeca retoma su rutina laboral.

El ambiente de trabajo de Rebeca es tenso por el trato desigual de su jefe, Cavanillas, pero la situación da un giro cuando los superiores despiden a Ricard, un colega que no cumplió con sus tareas, y ofrecen a Rebeca un ascenso. En privado, Peterson, uno de los jefes, le promete a Rebeca un cambio de oficina y más autonomía en la selección de personal después de un viaje de negocios a París.

De regreso, Rebeca y su secretaria afrontan una carga de trabajo intensa con entusiasmo. Más tarde, planea visitar a su amiga Carla, recién convertida en madre, para darle un regalo. En la tienda se cruza con Lorena, la hija de Paul, y acaba accediendo a ir a tomar algo con ellas, impresionada por la astucia de Paul para conseguir su dirección y acercarse a ella.

La velada se interrumpe cuando Rebeca encuentra a Carla herida, víctima de una agresión por parte de su marido. Con ayuda de Ángela, se ocupa de Noelia, la hija de Carla, y acude al hospital. Al regresar, descubre a Paul cuidando de Noelia y Ángela preparando la cena. Esa noche, Paul y Rebeca comparten una cena casera y hablan sobre sus vidas personales, descubriendo que Paul trabaja en MotoGP.

Cuando Carla se recupera, decide dejar a su marido. La relación entre Rebeca y Paul se mantiene en el ámbito de la amistad, aunque ambos sienten una atracción mutua. Mientras Paul viaja por el mundial de motos, mantienen el contacto y Rebeca visita a Lorena, manteniendo la amistad y el apoyo mutuo.

Tras una carrera de MotoGP, Rebeca y Paul se sienten preocupados al no encontrar a Lorena y Julia, quienes deberían haber asistido al evento. Paul, con el teléfono averiado, no puede contactarlas, así que Rebeca se encarga de la búsqueda. Descubre que Julia y Lorena están en el hospital debido a una operación de urgencia por peritonitis que ha necesitado Lorena. Rebeca comunica la situación a Paul, y cuando Lorena se recupera, Paul decide quedarse hasta la próxima carrera. Antes de partir hacia Japón, comparte un beso con Rebeca, consolidando su relación.

Mientras tanto, Carla, amiga de Rebeca, le confiesa que está saliendo con un hombre llamado Samuel y que ha quedado embarazada de él. La relación se complica cuando Carla tiene un encuentro desafortunado con su exmarido, Alfonso, pero la situación se aclara cuando Samuel propone matrimonio a Carla, y ella le revela su embarazo. Samuel y Carla celebran una boda sencilla y privada poco después.

Paul regresa de Japón y sorprende a Rebeca en su casa, pasando una tarde apasionada juntos antes de ir a ver a su hija, Lorena. Esa noche, Paul recoge a Rebeca con su moto, a pesar del miedo que ella tiene a estos vehículos, y le presenta a sus amigos, incluyendo al padre de esta, lo que causa confusión y después una discusión, dado que Rebeca había dicho que sus padres habían fallecido. A pesar del malentendido, el tema del padre no vuelve a surgir en sus citas.

Kevin, el hermano de Rebeca, le cuenta sobre su próxima boda y le pide hacerla en la casa de Rebeca. Mientras tanto, en el trabajo, Rebeca se enfrenta a la sospecha de irregularidades que implican a su predecesor, Cavanillas, quien había sido trasladado a Barcelona. Contrata a un detective y descubre que Cavanillas podría estar involucrado en tráfico de drogas y telas, y que uno de sus socios ha desaparecido, lo que les lleva a temer lo peor.

La hermana de Rebeca, después de pasar unos días en Madrid, planea visitar a la familia de su marido y luego regresar para la boda de Kevin.

La relación entre Rebeca y Paul atraviesa momentos de incertidumbre cuando ella lo ve con otra mujer, Silvia, quien resulta ser la madre biológica de Lorena y la exmujer de Paul. Sin embargo, tras una disculpa y una explicación sincera, la pareja se reconcilia y su relación se profundiza.

Mientras tanto, la vida personal de Rebeca está llena de celebraciones y despedidas. La boda de su hermano Kevin se celebra en su casa y resulta ser un evento íntimo y familiar, marcando un bello momento en su vida. Tras la boda, su hermana Donna regresa a Chicago y Kevin junto a Bianca vuelven a Eslovenia, llevándose consigo los recuerdos de la unión festiva.

El verano trae consigo un cambio de ritmo para Rebeca, ya que se une a Paul y Lorena en Holanda para el mundial de motociclismo. A pesar de la apretada agenda de Paul, encuentran tiempo de calidad juntos, demostrando su compromiso mutuo. Luego, la pareja y Lorena viajan a Menorca para unas merecidas vacaciones de descanso y desconexión.

No obstante, con la llegada de septiembre, la realidad se impone y Rebeca debe regresar a su trabajo, enfrentándose a la difícil tarea de separarse de Paul. Esta separación pone a prueba su relación, dejando entrever los desafíos de mantener un amor a distancia y la importancia de las bases sólidas que han construido juntos.

El conflicto en la vida de Rebeca sigue aumentando en varios frentes. La llamada de Cavanillas añade un elemento de miedo y preocupación a su vida. La mención de detalles personales indica que él ha estado siguiendo sus movimientos de cerca, lo que podría interpretarse como una amenaza velada. Esto lleva a Rebeca a estar en alerta y a seguir el consejo del detective de no compartir información con nadie, elevando la tensión de su situación actual.

En medio de la tensión, hay un momento de alegría con el nacimiento del hijo de Carla, que ofrece un breve respiro de las preocupaciones de Rebeca y un recordatorio de los ciclos de la vida y la continuación de la amistad y la familia.

El accidente de Pizza y su posterior tratamiento muestran la vulnerabilidad y la responsabilidad que Rebeca siente por aquellos que ama. La aparición de Paul en este momento crítico refuerza su apoyo y cuidado hacia ella, actuando como un pilar emocional.

El cumpleaños de Lorena se convierte en un evento que, aunque intencionado para ser celebratorio, trae a la superficie problemas familiares no resueltos para Rebeca. El encuentro con Elena, la mujer de su padre, el conocimiento de que tiene medio hermanos en el cumpleaños agrega complejidad a su ya tumultuosa vida emocional. Rebeca se encuentra en una situación difícil, rechazando la conexión con su familia paterna mientras intenta mantenerse cortés frente a los niños, que son ajenos a las tensiones adultas.

La trama se intensifica dramáticamente con la aparición de las fotos comprometedoras y la amenaza de Cavanillas, lo cual añade un nivel de peligro y urgencia a la ya complicada situación de Rebeca. Esta nueva vuelta de tuerca sitúa a Rebeca en un dilema moral y práctico sobre cómo manejar la información que tiene y proteger a su hermano al mismo tiempo.

La revelación sobre el pasado de Bianca y su conexión con Cavanillas solo complica más las cosas, ya que ahora Rebeca debe lidiar con la posibilidad de que su hermano esté más involucrado en asuntos turbios de lo que ella había imaginado. La decisión de Rebeca es ir a Eslovenia.

La tensión entre Rebeca y Paul alcanza un nuevo pico cuando él la ve con el detective. La desconfianza y los malentendidos se cocinan hasta llegar a un punto de ebullición, culminando en una pelea que los separa.

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La situación emocional de Rebeca es complicada. Por un lado, está la preocupación por su hermano y el conflicto con Bianca, y por otro lado, su relación con Paul se desmorona debido a los secretos y las presiones externas. La decisión de Rebeca de no revelar la verdad a su hermano subraya el dilema interno que enfrenta: proteger a su hermano de la dolorosa verdad y, al mismo tiempo, tratar de resolver la situación.

Mientras tanto, la llegada de Dona aporta una nueva perspectiva a la situación de Rebeca. Con Carla compartiendo los detalles, las tres mujeres buscan la mejor manera de manejar la amenaza de Cavanillas y la delicada cuestión de Kevin y Bianca. El consejo del detective de mantener la discreción sugiere la seriedad de las implicaciones legales y de seguridad.

La comunicación fallida entre Rebeca y Paul subraya la brecha en su relación. Paul, al no responder inmediatamente a la llamada de Rebeca, permite que el malentendido y la distancia entre ellos se prolonguen. La intervención de Lorena indica que la relación entre Rebeca y Paul todavía tiene un puente potencial en la forma de su hija, quien parece estar dispuesta a ayudar a reconectarlos.

Rebeca está pasando por un momento de enorme vulnerabilidad y estrés. El descubrimiento de su embarazo añade una nueva dimensión a la ya compleja situación con Paul y la amenaza de Cavanillas. Samuel, como médico y amigo, provee no solo asistencia médica sino también apoyo emocional en un momento crucial para ella.

La preocupación de su jefe por su ausencia en el trabajo subraya la tensión entre su vida personal y profesional. Afortunadamente, su jefe se alivia al saber que su ausencia es debido a su embarazo y no a un daño por parte de Cavanillas, lo que sugiere que Rebeca tiene un entorno de trabajo de apoyo.

La partida de Dona es otro evento emocional que añade al ya abrumador conjunto de emociones que Rebeca está manejando. Dona promete mantenerse cerca, lo cual es un consuelo, pero también deja a Rebeca sin el apoyo inmediato de su hermana.

La llamada de Kevin trae consigo una mezcla de emociones; su anuncio de visitar España debido a la ausencia de Bianca levanta sospechas en Rebeca sobre las verdaderas intenciones de Bianca. La relación entre Kevin y Rebeca es claramente compleja, influenciada por las revelaciones recientes y la desconfianza hacia Bianca.

La cena organizada por Kevin y Rita se convierte en una "encerrona" que pone a Rebeca y Paul frente a frente en una situación altamente cargada. Esta interacción forzada y desagradable entre ellos resulta en una discusión en la que Rebeca no puede revelar su embarazo. La partida de Paul, lleno de ira y sin conocer la verdad, deja a Rebeca con una sensación de desasosiego y una carga emocional aún mayor.

Kevin se disculpa por la situación, pero el daño ya está hecho. Rebeca, emocionalmente exhausta y sobrepasada, decide tomarse un tiempo fuera del trabajo.

La ecografía es un momento significativo para Rebeca, no solo porque se vincula con su futuro hijo, sino también porque marca un punto de inflexión en la serie de eventos turbulentos que ha estado enfrentando. El arresto de Cavanillas, Bianca y el novio de esta es un gran alivio para ella, liberándola de una amenaza que había estado acechando en las sombras de su vida.

La decisión de Rebeca de contarle la verdad a Kevin muestra su necesidad de sinceridad y apoyo en estos tiempos difíciles. Aunque Kevin inicialmente reacciona con incredulidad y enfado, es comprensible dada la magnitud de la revelación y el engaño por parte de Bianca.

La falsedad del embarazo de Bianca es otro golpe para Kevin, quien ya está emocionalmente vulnerable. Su depresión y el interés de la prensa en él añaden más estrés a la ya cargada atmósfera.

La visita del padre de Rebeca y su confesión desentrañan años de complejidad familiar. Su historia de amor, obligación y pérdida da una nueva perspectiva a la vida de Rebeca y sus relaciones familiares. La revelación de que Dona no es su hermana biológica añade otra capa a esta complejidad. Sin embargo, su padre expresa amor por Dona independientemente de la biología.

Esta confesión lleva a una reconciliación entre Rebeca y su padre. Este cierre a un capítulo doloroso puede abrir un nuevo camino para Rebeca, uno donde pueda enfrentar su futuro con una nueva comprensión de su pasado y con relaciones familiares fortalecidas.

El embarazo de la mascota familiar, Pizza, añade una nota de calidez y unidad a la familia de Rebeca. El nacimiento inminente de los cachorros simboliza un nuevo comienzo y la alegría de la vida, reflejando el propio embarazo de Rebeca y añadiendo un sentido de esperanza y renacimiento a la narrativa.

La conversación nocturna entre Rebeca y Kevin destaca la conexión y el apoyo mutuo entre hermanos, un contrapunto a la turbulencia de sus vidas. Aunque Rebeca guarda el secreto sobre Dona, su voluntad de abrirse sobre otros aspectos de su vida ilustra su necesidad de compartir y buscar consuelo en su familia.

El inesperado encuentro de Rebeca con Paul en su casa lleva su relación a un punto crítico. Paul, al enterarse del embarazo, muestra su intención de ser responsable y estar presente, lo que culmina en una reconciliación significativa. La intervención de Kevin, invitando a Paul para que pueda reconciliarse con Rebeca, muestra su deseo de ayudar a su hermana a encontrar la felicidad y la estabilidad.

El perdón y la aceptación de su padre por parte de Rebeca y Kevin representan el cierre de viejas heridas y la formación de nuevos lazos. La inclusión de Elena y sus hijos amplía el concepto de familia más allá de lazos de sangre, reflejando la realidad compleja y diversa de las relaciones familiares.

El nacimiento de Víctor es un acontecimiento muy esperado y unos meses después sellan su amor con una ceremonia muy íntima.

Reseña

Como cada libro que leo de Megan Maxwell me ayuda a salir de la monotonía y de mi bloqueo lector. Siempre son novelas amenas y muy divertidas que aunque son un poco predecibles te hacen pasar un buen rato de lectura y querer más sobre los personajes.

Siempre con personajes femeninos muy valientes que no necesitan ayuda de nadie.

Opinión

Novela romántica divertida y ligera. Ideal para quienes buscan escapar de lecturas más pesadas, con una trama sencilla. Los personajes son encantadores y la historia es fluida, convirtiéndola en la elección perfecta si no tienes ganas de leer algo altamente denso. Me ha gustado mucho.

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